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Resolución de conflictos en M&A

 Las fusiones y adquisiciones son procesos complejos, con muchos intereses cruzados. Y cuando algo se tuerce, resolverlo rápido y bien debe ser prioritario. ¿Qué opción elegir: arbitraje, tribunales o mediación?

Cuándo conviene resolver un conflicto por arbitraje

El arbitraje es una vía muy útil cuando las partes vienen de países distintos, no se fían del sistema judicial del otro o simplemente quieren mantener la disputa en privado. Funciona bien porque permite elegir árbitros con experiencia en el tema. Por ejemplo, si la operación trata sobre una farmacéutica, pueden intervenir especialistas del sector, algo que rara vez pasa en los tribunales.

Otra ventaja es que el proceso suele ser más ágil que un juicio tradicional. Además, el laudo arbitral (la “sentencia” del árbitro) se puede ejecutar fácilmente en otros países, gracias a tratados internacionales como el Convenio de Nueva York. Y lo mejor para muchas empresas: el proceso puede mantenerse totalmente confidencial, sin que nadie se entere del conflicto ni de los términos del acuerdo.

Eso sí, no es barato. El arbitraje implica pagar a los árbitros, al centro que lo organiza y, por supuesto, a los abogados. Por eso, aunque es útil en operaciones grandes o muy técnicas, puede no compensar en adquisiciones más pequeñas.

Cuándo es mejor acudir a la justicia ordinaria

Resolver un conflicto de M&A en los tribunales sigue siendo una opción válida. Suele ser más barato que el arbitraje y además, si no estás de acuerdo con la decisión del juez, puedes recurrir. Ese derecho a una segunda instancia no siempre existe en el arbitraje.

Sin embargo, hay que tener cuidado con un detalle: las sentencias de primera instancia se pueden ejecutar aunque estén recurridas. Es decir, puedes acabar pagando una cantidad importante antes de que se resuelva del todo. Si después el tribunal superior te da la razón, recuperarás el dinero… pero mientras tanto, el daño ya puede estar hecho.

Por eso, aunque los tribunales ofrecen ciertas garantías, también implican plazos más largos y menos control sobre lo que pasa durante el proceso. Si la prioridad es cerrar rápido y sin sorpresas, quizás no sea la mejor opción.

Cómo ayuda la mediación a evitar un juicio

La mediación es una vía que cada vez se usa más para resolver conflictos en M&A. ¿Por qué? Porque permite a las partes sentarse con un tercero neutral, hablar del problema y buscar una solución sin ir a juicio. Es más rápida, más barata y menos agresiva que cualquier otra vía.

Otro punto clave: todo lo que se hable en mediación queda entre las partes. Si se llega a un acuerdo, este tiene fuerza legal y puede hacerse cumplir en los tribunales si alguien no lo respeta.

Además, pronto podría convertirse en una parada obligatoria. En España se está tramitando una ley que obligaría a intentar resolver el conflicto por medios como la mediación antes de presentar una demanda en temas civiles o mercantiles. Así que, además de ser útil, podría ser el paso previo necesario para poder llegar a juicio.

Eso sí, la mediación solo funciona si ambas partes están dispuestas a hablar. Si una no quiere colaborar, no hay mucho que hacer.

En Confianz llevamos años ayudando a empresas a cerrar sus operaciones con seguridad, y a resolver conflictos sin convertirlos en guerras. Porque prevenir también forma parte de una buena estrategia. Si estás en medio de una negociación o prevés posibles roces, hablemos antes de que se conviertan en un problema.