La empresa familiar en España sostiene el 92% del tejido empresarial. Pero en 2025, sobrevivir exige mucho más que resistir. No basta con esfuerzo y tradición. Cambiar se convierte en cuestión de vida o muerte.La supervivencia de la empresa familiar hoy no es un tema de fe, sino de estrategia. Y quien lo entiende a tiempo, gana.
La empresa familiar necesita músculo para sobrevivir
Hoy, sobrevivir significa crecer. No es un deseo, es una obligación. Las empresas familiares siguen siendo más pequeñas, menos internacionales y menos tecnológicas. Este triple hándicap las hace vulnerables.
El dato es claro: el 94,5% de las microempresas son familiares, pero solo el 1% de las grandes empresas lo son. Eso no es casualidad. Es un síntoma de que el tamaño importa. Mucho.
Las pequeñas empresas familiares sienten que su esencia está en su tamaño humano. Y es verdad. Pero esa esencia no puede ser excusa para no expandirse, para no profesionalizar su gestión o para no internacionalizar su actividad.
¿Sabías que las empresas familiares que logran crecer también son más rentables que las no familiares?El crecimiento no solo protege: multiplica el valor. Sin embargo, para llegar ahí hay que tomar decisiones incómodas: abrirse a socios externos, apostar por mercados nuevos, invertir en tecnología cuando todavía no se ve el retorno.
En Confianz analizamos, proponemos planes realistas y ejecutamos. Sabemos que cada familia y cada empresa es única. Y por eso cada estrategia también lo es.
El relevo generacional
¿Quién dirigirá tu empresa dentro de diez años? Esta pregunta aterra a muchos empresarios familiares. Y no es para menos. Solo una de cada tres empresas familiares supera el primer relevo generacional.
Muchos piensan que basta con dejar la empresa «en casa». Pero el apellido no garantiza el liderazgo.
La nueva generación no solo necesita conocer la empresa: necesita formación, habilidades directivas, pensamiento estratégico y visión digital. No preparar al sucesor es como lanzar una moneda al aire con la empresa en juego.
Además, el relevo debe gestionarse en dos dimensiones: la empresa y la familia. Separar claramente los intereses familiares de los empresariales es vital. Protocolos familiares, órganos de gobierno bien definidos y reglas claras son la base.
Acompañamos a nuestros clientes en sus procesos de sucesión desde una perspectiva 360º. No se trata solo de traspasar la propiedad, sino de garantizar que el relevo refuerza el proyecto. Que no haya herencias pesadas ni conflictos abiertos. El objetivo no es pasar el testigo: es preparar el camino.
Sin innovación, la empresa familiar desaparece en 10 años
La innovación no es un lujo. Es una cuestión de supervivencia pura.
El informe “Relevancia y Supervivencia de la Empresa Familiar” revela que solo el 4,5% de las empresas familiares están presentes en sectores intensivos en tecnología. Eso significa estar fuera de las grandes oportunidades actuales y del futuro.
Y no hablamos solo de desarrollar nuevos productos. Hablamos de transformar procesos internos, adoptar herramientas digitales, utilizar inteligencia artificial, gestionar datos de clientes en tiempo real, automatizar tareas repetitivas.
La digitalización ya no es una opción secundaria. Es el corazón de cualquier estrategia de crecimiento. Las empresas familiares que han apostado por integrar tecnología muestran mayores tasas de rentabilidad y resiliencia.
Eso sí, transformar una empresa familiar no se hace de un día para otro. Implica vencer resistencias internas, formar a los equipos, redefinir roles, invertir a largo plazo.
En 2025, no sobrevive quien más tiempo lleva abierto. Sobrevive quien sabe leer los cambios y actuar rápido.
La empresa familiar ha demostrado ser más longeva que las no familiares. Pero esa ventaja histórica no servirá si no se actualiza.
¿Tienes dudas sobre cómo asegurar el futuro de tu empresa? Es normal. Lo importante es no quedarse quieto. Si quieres empezar a construir un futuro más sólido para tu familia y tu empresa, hablemos. Estamos aquí para acompañarte.