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  • Cómo reducir el Impuesto sobre Sociedades en 2025 antes del cierre fiscal

    El cierre fiscal de 2025 llega con una oportunidad que muchas pymes y microempresas no deberían dejar pasar. Reducir el Impuesto sobre Sociedades este año es posible. La reforma fiscal aprobada en diciembre de 2024 establece una rebaja progresiva de tipos que entrará en vigor el próximo 1 de enero. Ahora bien, aprovechar esos nuevos tramos requiere planificación.

    Estrategias inmediatas para reducir el Impuesto sobre Sociedades

    La clave no está en deducir por deducir. Se trata de anticipar movimientos contables y fiscales que generen impacto. Por ejemplo, si tu empresa factura menos de 10 millones de euros anuales, adelantar gastos deducibles antes del 31 de diciembre puede resultar más ventajoso que esperar. Compras de material, reparaciones pendientes o renovación de equipos informáticos son gastos que, ejecutados ahora, te permiten reducir la base imponible en un ejercicio donde todavía tributas al 24% o 25%. Al mismo tiempo, diferir ingresos puede ser una táctica inteligente. Si tienes margen para posponer la emisión de facturas o el reconocimiento de ciertos contratos de servicios hasta enero de 2026, estarás tributando sobre esos importes con los nuevos tipos reducidos. Esta estrategia es perfectamente legal si se documenta correctamente y responde a la realidad económica de tu actividad.

    La reserva de capitalización sigue siendo una herramienta infrautilizada. Permite reducir la base imponible en un 20% sobre el incremento de fondos propios, siempre que se mantengan durante tres años. Si además has ampliado plantilla en 2025, puedes sumar una reducción adicional. No es un trámite complejo, pero sí exige coherencia entre la contabilidad y la declaración fiscal. Muchas empresas lo pasan por alto y pierden miles de euros en ahorro potencial.

    La fiscalidad verde como palanca de ahorro

    Los incentivos fiscales vinculados a sostenibilidad no son solo marketing institucional.Si tu empresa adquiere un vehículo eléctrico en 2025, puede aplicar libertad de amortización. Las deducciones por adquisición de vehículos eléctricos y puntos de recarga tienen carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2025, lo que significa que cualquier compra realizada este año queda cubierta. Las empresas que adquieran vehículos eléctricos para su flota pueden beneficiarse de deducciones en el Impuesto sobre Sociedades, especialmente si la compra se enmarca dentro de planes de eficiencia energética. No son ayudas testimoniales. Las empresas que adquieran vehículos eléctricos en 2025 podrán beneficiarse de una deducción del 15% sobre el precio de compra, con un límite de 20.000 euros por vehículo. Para instalaciones de puntos de recarga, la deducción alcanza el 15% con tope de 4.000 euros. Esto se suma a las amortizaciones aceleradas, que permiten recuperar la inversión en menos tiempo. En un contexto donde reducir el Impuesto sobre Sociedades es prioritario, esta vía funciona y tiene recorrido hasta finales de 2026.

    Los límites que nadie suele revisar

    Hay gastos que parecen menores pero que generan ajustes fiscales si no se controlan. Las atenciones a clientes y proveedores tienen un límite del 1% sobre el importe neto de la cifra de negocios. Superar ese porcentaje significa que la parte excedente no es deducible. Documentar correctamente estos gastos ahorra disgustos en una inspección. La amortización libre hasta 300 euros por unidad existe, pero con un límite global anual de 25.000 euros. Muchas empresas compran equipos informáticos o mobiliario y los amortizan libremente sin considerar ese tope acumulado. El resultado puede ser un ajuste extratemporario que revierta deducciones de ejercicios anteriores. Otro aspecto olvidado son los gastos de ampliación de capital. Si tu empresa ha incrementado capital social en 2025, esos gastos deben registrarse con cargo a reservas y son fiscalmente deducibles. No hacerlo correctamente implica perder una deducción legítima que reduce la base imponible.

    Diferir o adelantar según convenga para reducir el Impuesto sobre Sociedades

    La reforma fiscal de diciembre de 2024 trae rebajas desde enero de 2026. Las microempresas tributarán al 19% los primeros 50.000 euros y al 21% el resto. Las pymes pagarán un 23% frente al 24% actual. ¿Qué implica esto? Diferir ingresos a enero puede generar ahorro real. Si tu actividad lo permite, posponer facturas o contratos tiene sentido. Eso sí, cualquier movimiento debe estar justificado operativamente, no solo fiscalmente.

    Adelantar gastos deducibles antes del cierre de 2025 también funciona. Material, equipos, reparaciones o aprovisionamientos ejecutados ahora reducen la base imponible cuando los tipos son más altos. Las empresas de nueva creación mantienen el 15% durante sus dos primeros ejercicios con beneficios. No aplica a entidades patrimoniales, pero es una ventaja clara para startups.

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    Revisar con un asesor especializado en noviembre y diciembre permite identificar oportunidades específicas para cada negocio. No se trata de aplicar medidas genéricas, sino de diseñar una estrategia fiscal coherente con la actividad real de la empresa… y eso es lo que hacemos en Confianz.

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