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Así afecta la nueva Directiva sobre diligencia debida a las pymes que trabajan con grandes empresas

La Directiva europea sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad entró en vigor el pasado 26 de agosto. Y aunque la aplicación comenzará para las grandes empresas a partir de 2026, no solo estas grandes empresas deberán adaptarse a las nuevas exigencias legales. Indirectamente, también se verán muy afectadas las pymes que operan con ellas.

La cadena de actividades

La clave se encuentra en el concepto de “cadena de actividades”. Según el texto de la Directiva, las grandes empresas también deberán llevar a cabo al menos cada año evaluaciones de sus filiales y cadenas de valor de manera integral, tanto en sentido ascendente como descendente. Esto es:

  • En sentido ascendente, los socios comerciales dedicados a la producción de bienes o la prestación de servicios. Esto incluye actividades como el diseño, la extracción, el aprovisionamiento, la fabricación, el transporte, el almacenamiento y el suministro de materias primas, productos o partes de los productos y el desarrollo del producto o del servicio.
  • En sentido descendente, los socios comerciales que realizan actividades relacionadas con la distribución, el transporte y el almacenamiento del producto.

La Directiva exige a todas las grandes empresas la responsabilidad de garantizar la sostenibilidad en cada uno de estos eslabones. No basta con la verificación de las prácticas dentro de la propia empresa. También es obligatoria una supervisión rigurosa de toda la red de relaciones comerciales, tanto los proveedores directos como los proveedores indirectos que, aunque no interactúan directamente con la empresa, contribuyen con insumos o servicios críticos.

Qué socios comerciales no se ven afectados por la Directiva sobre diligencia debida en materia de sostenibilidad

Por el contrario, quedan exentos del concepto de cadena de actividades: los socios comerciales dedicados a la eliminación del producto y a la distribución, el transporte, el almacenamiento y la eliminación de un producto sujeto al control de las exportaciones de un Estado miembro o al control de las exportaciones de armas, municiones o material de guerra.

Obligaciones de las pymes que formen parte de la cadena de actividades

En general, la nueva Directiva se aplica directamente a empresas con más de 500 empleados y un volumen de negocios neto mundial de más de 150 millones de euros. En ciertos sectores de alto riesgo los límites se reducen a 250 empleados y 40 millones de euros. 

Por lo tanto, en teoría, las pymes quedan fuera de esta obligatoriedad directa. En la práctica, todas las empresas que formen parte de la cadena de actividades de una gran empresa deberán hacer frente a obligaciones indirectas. Por ejemplo, contar con planes medioambientales y de respeto a los derechos humanos y a realizar auditorías y reportes. Independientemente de que sean pymes o no. El motivo es que las grandes empresas afectadas por la Directiva les exigirán que cumplan determinadas normas para no infringir, ellas mismas, los requisitos impuestos. 

Ayudas a la financiación

Adaptarse a estos nuevos requisitos tendrá sin duda un coste en tiempo y dinero para las pymes. Las pymes que dan servicio a grandes empresas deberán invertir en nuevas tecnologías, formación y servicios de consultoría para cumplir con las exigencias de la Directiva de diligencia debida en materia de sostenibilidad. La buena noticia es que la UE y los gobiernos nacionales podrán ofrecer programas de apoyo y financiación para mitigar algunos de los costes.

Además, cumplir con los estándares de sostenibilidad puede mejorar la competitividad y  abrir nuevas oportunidades de negocio para las pymes, ya que las hará más atractivas para las grandes empresas que necesitan cumplir con la Directiva. En Confianz podemos asesorar a tu pyme a cumplir estos requisitos.