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  • Cómo gestionar el impacto de la venta de una compañía

    Gestionar el impacto de la venta de una compañía es una operación quirúrgica que toca nervios sensibles: personas, cultura, clientes, procesos. Vender es un hito, pero también una sacudida que, si no se maneja bien, puede salir cara. Para el comprador, el vendedor y todo el equipo que queda en medio. ¿El secreto? Planificación, empatía y una visión clara de lo que viene después del cierre. 

    Qué cambia cuando se vende una empresa

    Todo. O casi todo. La venta impacta desde la estructura interna hasta cómo los clientes perciben la marca. Uno de los primeros efectos es la incertidumbre en el equipo. ¿Sigo? ¿Me cambian? ¿Qué quieren de mí ahora? No son preguntas menores. Si no se responden bien, la productividad se desploma. A eso se suma el rediseño de procesos. Lo que antes funcionaba ya no encaja. Vienen nuevas herramientas, otros KPI, otro estilo de gestión.

    En paralelo, la estrategia comercial suele mutar. Nuevas prioridades. Cambios en la propuesta de valor. A veces, reestructuración de productos o servicios. Eso genera ruido en los clientes, que pueden empezar a desconfiar. Las estadísticas confirman que las empresas que no gestionan bien esta transición pierden fidelidad de marca y cuota de mercado. Y si el comprador es internacional, sumamos el desafío de integrar culturas, sistemas y formas de trabajar completamente distintas. Lo intangible se convierte en el mayor riesgo.

    Claves prácticas para gestionar el impacto de la venta de una compañía

    Lo primero es dejar de pensar que esto se resuelve con un comunicado. Comunicar sí, pero con un plan. Internamente, la transparencia no es opcional. El equipo necesita entender por qué se vende, qué va a pasar y cómo les afecta. Y eso se comunica desde arriba, pero también desde cada responsable directo. La comunicación no puede ser vertical y estática. Debe adaptarse al canal y al contexto de cada área.

    Segundo: procesos. Estandarizar no suena glamuroso, pero es vital. Una venta trae consigo caos administrativo. Si los procesos no están claros, los errores se multiplican. Un buen sistema CRM y herramientas colaborativas marcan la diferencia entre sobrevivir o estancarse en la integración. No se trata solo de tecnología, sino de método.

    Tercero: clientes y proveedores. Hay que hablar con ellos antes de que lo haga el mercado. Contarles qué cambia (y qué no). Escuchar dudas. Dar señales de continuidad. Un dato: las empresas centradas en el cliente tienen un 38% más de probabilidad de aumentar su rentabilidad después de una reestructuración. No es marketing, es realidad operativa.

    Cuarto: datos. En una transición, las emociones mandan. Pero las decisiones deben venir de los números. ¿Qué métricas? Ingresos, retención de clientes, satisfacción, conversión de leads, churn, productividad por equipo. Medir permite ajustar y anticipar riesgos. No se puede mejorar lo que no se mide.

    Y el punto que muchos olvidan: talento. La venta genera una fuga silenciosa. Gente clave que se va por miedo o por falta de información. Retener talento no es solo cuestión de sueldo. Es explicar su rol futuro, ofrecer estabilidad, formar en los nuevos procesos. Y sobre todo, escuchar. La gestión del cambio es acompañar, no imponer.

    ¿Y después del cierre? Ahí empieza lo importante

    Una vez firmada la venta, comienza lo difícil. Lo urgente ya pasó. Ahora llega lo importante: que la empresa funcione en la nueva etapa. Aquí es donde se ve si la transición fue bien gestionada o no. Muchas veces, el foco se pone en cerrar rápido, no en integrar bien. Y luego vienen los problemas: caída de ventas, salida de clientes, bloqueos internos.

    La clave está en no bajar la guardia. Seguir el plan de integración. Medir semanalmente. Tener reuniones de feedback reales, no ceremoniales. Corregir rápido. Y, sobre todo, no perder de vista lo que hace única a la empresa: su cultura, su forma de hacer las cosas. La venta puede ser una oportunidad de crecimiento, pero solo si se respetan los cimientos del negocio.

    Confianz ha acompañado procesos de venta de todo tipo. Grandes, pequeños, entre grupos familiares, entre fondos. Contacta con nosotros si quieres que nuestros expertos estudien tu caso y te asesoren durante esta gestión.

     

  • Reforma laboral 2025 en España


    La reforma laboral 2025 en España ya está sobre la mesa. Y aunque no todo está cerrado, hay algunas cosas claras: cambia la jornada semanal, se endurece el control horario y se restringe el uso de contratos temporales. Para las empresas, esto significa reorganizarse, revisar contratos y adaptarse.  En este momento toca actualizar procesos y formas de trabajar. Vamos a lo importante.

    Jornada de 37,5 horas semanales


    La jornada laboral estándar pasará de 40 a 37,5 horas semanales. Esto se aplicará progresivamente hasta diciembre de 2025, sin reducción de salario. Es decir, se trabaja menos tiempo por el mismo sueldo.

    Para muchas empresas, esto implica reorganizar turnos y funciones. Si tienes varios equipos o una operativa continua, puede ser necesario rehacer horarios. Si tienes personal cobrando el salario mínimo, el coste por hora sube. El nuevo SMI es de 1.184 € al mes en 14 pagas, lo que significa casi 10 € por hora. Esto hay que tenerlo en cuenta al presupuestar, sobre todo si tienes mucha plantilla en ese tramo salarial.

    No es una medida insalvable, pero sí exige planificación. No basta con recortar dos horas y dejarlo todo igual. Lo importante es revisar bien cómo afecta al día a día.

    Control horario digital obligatorio


    El registro de jornada será obligatorio y digital. Nada de fichajes manuales o sistemas caseros. La Inspección de Trabajo exigirá que las horas de entrada, salida y descansos estén documentadas en un sistema que pueda auditarse fácilmente. No cumplir puede costar hasta 10.000 € por trabajador.

    Más allá de la multa, el verdadero riesgo está en las reclamaciones. Si un empleado pide revisar sus horas extra y no hay un registro fiable, será difícil defenderse. Y esto no afecta solo a grandes empresas. Negocios pequeños, comercios, talleres… todos deberán adaptarse.

    Lo recomendable es implementar un sistema que se ajuste al tamaño y tipo de actividad de la empresa. En Confianz hemos ayudado a empresas a hacerlo de forma sencilla, sin grandes costes ni complicaciones técnicas.

    Menos contratos temporales


    Uno de los grandes objetivos de esta reforma es reducir la temporalidad. El uso de contratos temporales se limitará aún más, exigiendo una justificación clara y concreta. Se busca que el contrato indefinido sea la norma, no la excepción.

    Además, se refuerza la protección de los trabajadores fijos-discontinuos. Volverá a aplicarse el coeficiente 1,5 para sus cotizaciones, lo que mejora su acceso a prestaciones como el desempleo. Para las empresas, esto puede suponer un pequeño aumento de costes sociales, pero sobre todo obliga a revisar si se está usando esta figura de forma adecuada.

    Esto afectará mucho a sectores con fuerte estacionalidad o alta rotación. Pero incluso en empresas más estables conviene revisar bien la política de contratación. Lo que antes se daba por hecho, ahora puede ser objeto de sanción.

    Derecho a la desconexión y organización del trabajo


    Otro punto que empieza a tener más peso: el derecho a la desconexión fuera del horario laboral. No está prohibido escribir un WhatsApp a las 8 de la tarde, pero sí está mal visto si es habitual. Las empresas tendrán que reforzar sus protocolos internos y dejar por escrito cuándo y cómo se puede contactar al personal fuera de su jornada.

    Además, esto se cruza con los cambios en jornada y control horario. Si reduces las horas, si controlas más los tiempos, también tienes que repensar los canales de comunicación y la forma de coordinar equipos.

    Esto no siempre requiere grandes cambios, pero sí cierta coherencia. No puedes pedir eficiencia con menos horas si luego no das herramientas para organizar mejor el trabajo.


    La reforma laboral 2025 en España trae cambios importantes, pero asumibles. Menos jornada, más control, contratos más estables. No hace falta reinventar la empresa, pero sí pararse a pensar cómo afecta a cada área. En muchos casos, se trata de ajustar procesos y anticiparse a lo que viene.

    Si quieres revisar cómo afecta la reforma a tu equipo o simplemente estar preparado, hablemos.

  • Por qué todos están hablando de los earn-outs y locked box en M&A

    La frase clave «earn-outs y locked box en M&A» ya no es exclusiva de despachos ni de informes que acumulan polvo en cajones. Hoy, si estás en medio de una transacción —o cerca—, es probable que hayas escuchado estos términos. Lo que antes era una rareza hoy es casi norma. Pero ¿realmente sabemos cómo funcionan? ¿O solo seguimos la corriente por miedo a quedarnos fuera? Aquí va una explicación que no requiere doctorado ni paciencia infinita.

    ¿Qué hay detrás de los earn-outs y locked box en M&A?


    El último estudio europeo de CMS sobre operaciones M&A aporta las claves: se está moviendo más dinero, hay apetito inversor, y se buscan fórmulas que repartan mejor los riesgos. ¿El resultado? Dos estructuras lideran la conversación: los earn-outs y el sistema locked box.

    Empecemos por el earn-out. Es simple, pero poderoso. Su utilidad está en que ayuda a salvar una de las discusiones más tensas en cualquier operación: cuánto vale de verdad lo que se vende. Muchas veces el vendedor cree que su empresa vale más que lo que el comprador está dispuesto a pagar. Y el comprador, con razón, no quiere asumir promesas sin pruebas. El earn-out pone una solución en medio: “te pago una parte ahora y, si la empresa rinde como dices, te pago el resto después”.

    Desde el punto de vista del comprador, además, el earn-out actúa como una red de seguridad. Especialmente útil cuando hay asimetría de información. Por ejemplo, si el negocio está en otro país, no ha publicado nunca sus números, o tiene muchos activos intangibles difíciles de valorar. Si el futuro de la empresa es incierto, este modelo permite ajustar el precio a resultados concretos, no a promesas.

    ¿Otro detalle que suele pasar desapercibido? En muchas operaciones, el earn-out consigue algo clave: retener al equipo. Si hay directivos o fundadores clave en la ecuación, este modelo les da incentivos reales para seguir implicados y lograr que la empresa cumpla los objetivos acordados. No hay mejor forma de alinear intereses que hacer que el vendedor tenga que demostrar que su valoración no era humo.

    No es casual que este modelo esté creciendo tanto en sectores como tecnología, salud y medios. Según CMS, en 2024 ya estuvo presente en el 25 % de las operaciones. Su mayor nivel en la última década.

    Luego está el  locked box, que también tiene lo suyo. Parece una caja fuerte, pero en realidad es una estructura que fija el precio de la operación desde una fecha concreta. “Esto valía el negocio el 31 de enero, y ese es el precio. Sin ajustes ni sorpresas”. Claro, exige confianza, datos sólidos y acuerdos previos muy claros. Pero una vez cerrada, la discusión termina. Y eso no tiene precio en una negociación.

    Este sistema ha ganado fuerza especialmente en Infraestructura, Energía y Real Estate. Según CMS, ya lo usan el 60 % de las operaciones sin ajustes de precio. ¿Por qué? Porque evita sorpresas.

     El equilibrio de poder 


    Durante años, muchos contratos M&A eran un tira y afloja donde el vendedor llevaba la ventaja. Hoy, el comprador llega con más fuerza. Lo vemos en detalles como los plazos de responsabilidad —cada vez más largos— o el auge de los seguros W&I. Es decir, si algo sale mal, lo cubre un seguro. En 2024 estuvieron presentes en una de cada cuatro operaciones. En las grandes, en casi tres de cada cuatro.

    Lo curioso es que incluso cuando hay arbitraje (algo cada vez más frecuente), el 70 % de los casos siguen regidos por normas nacionales. ¿Por qué? Tal vez porque confiar en lo que conoces sigue pesando más que lanzarte a lo desconocido, por más internacional que suene.

    No todo son cláusulas y tecnicismos. La inteligencia artificial empieza a colarse, pero va despacio. El 32 % de las herramientas usadas en M&A ya la incorporan, pero aún no manda. Y los criterios ESG —esos que todos mencionan en Linkedin— aparecen poco: solo el 6 % de los contratos los incluyen. Lo justo para decir que están ahí, pero lejos de ser prioridad.

    ¿Te estás planteando una operación? Contáctanos para poder conversar con nuestros expertos.

  • Cómo afectan las resoluciones del TEAC en 2024 a tu sociedad holding

    Las resoluciones del TEAC en 2024 sobre sociedades holding han reventado la tranquilidad de muchos despachos. ¿Reestructuraste tu grupo en los últimos años? Esto te afecta. Da igual si la operación fue limpia, con motivos económicos y asesoramiento serio. Da igual si tuviste un informe vinculante de la DGT. Porque ahora la Inspección está releyendo el régimen FEAC con lupa y criterio cambiante. Y sí, hablamos de consecuencias fiscales directas. Aquí no hay margen para errores. Ni para confiarse. Te contamos lo que está pasando. Y cómo prepararte.

    Cambios del TEAC

    No lo han dicho con esas palabras. Pero es lo que está ocurriendo. Las resoluciones del TEAC en 2024 sobre sociedades holding introducen un giro: ya no basta con cumplir formalmente los requisitos del régimen fiscal especial. Ahora se exige fondo. Sustancia. Justificación empresarial. Traducido: si tu operación no tiene lógica económica real, puedes quedarte sin diferimiento fiscal.

    ¿El eje de todo? El artículo 89.2 de la LIS. El TEAC lo ha puesto en el centro. Dice que si el objetivo principal de una reestructuración es fiscal, no se aplica el régimen. Aunque cumplas con todo lo demás.

    Segundo punto: los motivos económicos. No pueden ser genéricos. Tienen que ser claros, precisos, reales. La simple búsqueda de eficiencia fiscal ya no vale. La holding tiene que tener actividad propia o un rol concreto en el grupo..

    Tercer cambio: la tributación diferida ya no se concede automáticamente. Ahora puede aplicarse de forma progresiva. ¿Qué significa esto? Que si, años después, se reparten dividendos o se venden participaciones y la Inspección huele abuso, pueden regularizar. A posteriori. Aunque la operación fuera “limpia” al principio. Esto es nuevo. E inquietante.

    La inspección va por libre

    El problema no acaba con lo que diga el TEAC. Empieza con cómo lo interpreta la Inspección. Y lo que estamos viendo no es tranquilizador. En 2024, varios expedientes muestran que se está aplicando este criterio de forma expansiva. Muy expansiva. Incluso cuando hay dictámenes favorables de la Dirección General de Tributos. La Inspección los ignora. Considera que si la operación carece de motivos válidos, puede regularizar igual. Esto es un giro fuerte. Y crea inseguridad jurídica.

    Pero hay más. La prescripción fiscal de cuatro años parece desdibujarse. En algunos casos, se pretende revisar operaciones de hace una década si hay dividendos recientes. Lo justifican diciendo que el “efecto abusivo” se materializa ahora. Es decir, que el abuso no está en la operación inicial, sino en lo que haces después con ella. Eso, para muchos asesores, es jugar con el retrovisor. ¿El resultado? Empresas revisadas por operaciones cerradas hace años. Y sin margen para defenderse.

    Además, se están cuestionando operaciones reales. Con sustancia. Con lógica. Con estructura. Pero que, a juicio del inspector, tienen “olor a fiscalidad”. Ese criterio subjetivo se está usando como base para liquidaciones. Y es peligroso. Porque convierte cualquier decisión empresarial en potencialmente sospechosa.

    Qué puedes hacer si tienes una holding

    Primero, no entres en pánico. Pero tampoco ignores esto. Si tienes una sociedad holding dentro de un grupo, necesitas actuar. Revisar. Documentar. Justificar. Porque aunque la operación tenga años, lo que hagas ahora puede ser el detonante para una inspección futura.

    Paso uno: identifica las reestructuraciones hechas bajo el régimen FEAC.

     Paso dos: analiza los motivos económicos que las justificaron.

     Paso tres: revisa si la sociedad holding tiene actividad real. Personal. Funciones. Si no, es el momento de reforzar su papel. O repensar la estructura.

    Paso cuatro: prepara documentación clara. No sólo actas o escrituras. Planes de negocio. Previsiones. Justificaciones internas. Y guarda todo. Porque el TEAC ya dejó claro que lo importante no es lo que firmaste, sino lo que hiciste y por qué.

    Nosotros, en Confianz ayudamos a muchas empresas a resolver este tipo de situaciones. Sabemos cómo hablar con la Administración. Cómo defender operaciones si llega el momento. Y, sobre todo, cómo reestructurar con lógica empresarial real. Porque el régimen FEAC sigue siendo útil. Pero ahora exige más rigor. Más análisis. Más cabeza.

    Y no, esto no es una moda fiscal del momento. Es un cambio de paradigma. Las resoluciones del TEAC en 2024 sobre sociedades holding marcan un antes y un después. Ignorarlo no es una opción. La prevención es tu mejor defensa.

    Estas resoluciones no prohíben reestructurar. Ni usar sociedades holding. Pero sí te obligan a justificarlo todo con más claridad. Con más sentido económico. Con más respaldo documental. No improvises. No copies estructuras ajenas. No pienses que todo está hecho porque hace años funcionaba. El contexto ha cambiado. Y la Inspección, también.

    ¿Revisamos tu estructura juntos?

  • El momento ideal para reestructurar una empresa

    Aunque ninguna empresa nace con la necesidad de ser reestructurada, el crecimiento y la diversificación suelen generar desafíos que hacen imprescindible replantear la estructura organizativa. Pero, ¿cuándo es el momento ideal para reestructurar tu empresa? Analicemos las señales clave y algunos ejemplos prácticos.

    ¿Por qué el crecimiento impulsa la necesidad de reestructuración?

    A medida que una empresa crece, es común que diversifique sus líneas de negocio, ampliando su portafolio más allá de su actividad principal. Esta diversificación, aunque beneficiosa, introduce distintos tipos de riesgos que deben ser gestionados adecuadamente. Manuel Urrutia, de Confianz, señala que el crecimiento puede generar tensiones financieras y operativas que requieren una reestructuración para ser manejadas eficazmente.

    Señales que indican la necesidad de reestructurar

    1. Riesgo financiero: Si diferentes áreas de negocio presentan plazos de pago y cobro dispares o flujos de caja inconsistentes, es aconsejable considerar la separación de estas unidades en distintas entidades legales. Esta estrategia facilita la negociación con inversores y entidades financieras, permitiendo una gestión más eficiente de las necesidades de financiación.
    2. Riesgo laboral: Empresas con divisiones que tienen requerimientos laborales significativamente diferentes, como variaciones en el número de empleados o en las obligaciones sindicales, pueden beneficiarse de una reestructuración. Al segmentar estas unidades, se puede gestionar de manera más efectiva las particularidades laborales de cada una.
    3. Riesgo comercial u operativo: Diversas unidades de negocio pueden atender a diferentes tipos de clientes o tener márgenes de rentabilidad distintos. Una reestructuración permite adaptar las estrategias comerciales y operativas a las necesidades específicas de cada segmento, optimizando así la eficiencia y la rentabilidad global de la empresa.

    Casos prácticos de reestructuración en España

    En España son varias compañías han llevado a cabo reestructuraciones exitosas para adaptarse. Por ejemplo, Clínica Baviera, especializada en salud visual, ha experimentado un crecimiento significativo, expandiéndose a 135 clínicas en Europa y realizando 180,000 intervenciones al año. Esta expansión ha requerido una reestructuración para gestionar eficientemente sus operaciones y mantener su enfoque en técnicas fiables y formación continua.

    Otro ejemplo es Caser, la aseguradora española que, bajo la nueva dirección de Juan Estallo, ha iniciado una transformación organizativa con un enfoque claro en el cliente. Esta reestructuración busca crear una organización más flexible y orientada al mercado, fortaleciendo áreas clave como tecnología, recursos humanos y estrategia.

    Además, Banco Sabadell decidió trasladar su sede social de regreso a Cataluña después de varios años en Alicante. Este movimiento estratégico, en medio de una oferta pública de adquisición por parte del BBVA, busca asegurar la lealtad de los accionistas catalanes y aprovechar un clima político más estable en la región.

    Beneficios de una reestructuración bien planificada

    Una reestructuración adecuada puede ofrecer múltiples ventajas:

    • Optimización de recursos: Alinear la estructura organizativa con las necesidades específicas de cada unidad de negocio permite una asignación más eficiente de recursos financieros y humanos.
    • Mejora en la gestión de riesgos: Al segmentar las unidades de negocio según sus perfiles de riesgo, se facilita la implementación de estrategias de mitigación más efectivas.
    • Aumento de la rentabilidad: Adaptar las estrategias operativas y comerciales a las particularidades de cada segmento puede conducir a una mejora en los márgenes de beneficio.
    • Atracción de inversores: Una estructura organizativa clara y bien definida puede ser más atractiva para inversores potenciales, facilitando el acceso a capital para futuras expansiones.

    Es importante destacar que la reestructuración no es un evento puntual, sino un proceso continuo que debe alinearse con la evolución y crecimiento de la empresa. Como señala nuestro presidente, Manuel Urrutia, «cuando empiezas con una reestructuración, no paras de ver actuaciones de mejora, con lo cual es un círculo virtuoso».

     

     

    ¿Estás considerando una reestructuración para tu empresa? Nuestro equipo de expertos está listo para ayudarte a identificar las oportunidades y estrategias que mejor se adapten a tus necesidades. Contáctanos para una consulta personalizada y descubre cómo podemos impulsar el éxito y la sostenibilidad de tu negocio.

  • Importancia del flujo de caja en la compraventa de empresas

    El flujo de caja es el indicador financiero refleja la capacidad de generar ingresos y, por tanto, asegura la viabilidad del negocio. Entender su relevancia no solo facilita una transacción exitosa, sino que también mejora la estrategia de negociación y aumenta la confianza de los compradores.

    ¿Qué es el flujo de caja y por qué es clave para valorar empresas?

    El flujo de caja o flujo de efectivo, es el movimiento de dinero que entra y sale de una empresa en un periodo determinado. Este indicador abarca:

    1. Ingresos operativos: provenientes de actividades comerciales.
    2. Egresos necesarios: gastos operativos y financieros.

    Un flujo de caja positivo y estable indica que la empresa puede generar ingresos sostenibles, un factor esencial para inversores que buscan recuperar su inversión y garantizar un retorno rentable. Además, proporciona un panorama claro de los riesgos financieros y las oportunidades de crecimiento, clave en una compraventa de empresas.

    Tipos de flujo de caja relevantes en una venta

    Para entender el impacto del flujo de caja en la valoración de una empresa, es fundamental conocer sus tres principales tipos:

    1. Flujo de caja operativo

    Este mide los ingresos y gastos derivados de las operaciones principales del negocio, como la venta de productos o servicios.

    • Un flujo operativo positivo demuestra que la empresa es capaz de cubrir sus costes operativos y generar utilidades.

    2. Flujo de caja de inversión

    Relacionado con la adquisición o venta de activos a largo plazo, como inmuebles o equipos, este flujo indica el crecimiento potencial de la empresa.

    • Las inversiones estratégicas muestran a los compradores que la empresa está preparada para escalar en el futuro.

    3. Flujo de caja de financiación

    Este flujo detalla los movimientos relacionados con financiamiento, como préstamos, emisión de acciones o pago de dividendos.

    • Un flujo de caja de financiación negativo puede ser un indicador de que la empresa está reduciendo deudas, un aspecto atractivo para los compradores.

    Relevancia del flujo de caja en la compraventa de empresas

    ¿Por qué el flujo de caja es tan determinante al valorar una empresa en venta? Estas son las razones principales:

    1. Recuperación de la inversión

    Un flujo de caja positivo brinda a los compradores la confianza de que podrán recuperar su inversión en un tiempo razonable. Además, facilita la proyección de retornos financieros futuros.

    2. Estabilidad financiera

    La estabilidad del flujo de caja refleja un modelo de negocio eficiente, capaz de operar sin depender excesivamente de financiamiento externo. Esto reduce los riesgos financieros percibidos por los inversores.

    3. Facilidad de financiamiento

    Las empresas con flujos de caja positivos tienen mayor capacidad para obtener financiamiento en condiciones favorables. Para los compradores, esto se traduce en un activo menos riesgoso y con mayor potencial de expansión.

    El descuento de flujo de caja y su función para valorar empresas

    El método del descuento de flujo de caja proyecta los flujos futuros de la empresa y los ajusta a su valor presente, utilizando una tasa de descuento que refleja los riesgos asociados.

    Por ejemplo, supongamos que una empresa genera un flujo operativo anual de 200,000 euros y tiene inversiones anuales de 50,000 euros, dejando un flujo neto de 150,000 euros. Si proyectamos estos flujos a cinco años con un descuento del 10%, podemos estimar su valor presente neto. Este cálculo proporciona una valoración precisa y realista para negociaciones informadas.

    Tendencias actuales en la valoración de empresas

    La valoración de empresas ha evolucionado, incorporando nuevos enfoques que complementan los métodos tradicionales. Una tendencia emergente es la consideración de factores ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) en la valoración. Las empresas con prácticas sostenibles y responsables pueden obtener valoraciones más altas, ya que los inversores valoran positivamente su compromiso con el medio ambiente y la sociedad.

     

    Además, la creciente importancia de los activos intangibles, como la propiedad intelectual, las marcas y el capital humano, ha llevado a una reevaluación de las metodologías de valoración. Estos activos, aunque no siempre reflejados en los estados financieros tradicionales, pueden representar una parte significativa del valor de una empresa, especialmente en sectores tecnológicos y de servicios.

     

    El papel de Confianz en la valoración de empresas

    El flujo de caja es un indicador crítico que garantiza transacciones informadas y exitosas en la compraventa de empresas. Desde la estabilidad financiera hasta el potencial de retorno, entenderlo permite tomar decisiones estratégicas.

    En Confianz, somos expertos en asesorar empresas en procesos de compraventa, ayudando a nuestros clientes a optimizar el valor de su negocio y atraer a los compradores adecuados. Si buscas un análisis detallado del flujo de caja y una guía profesional en cada paso del proceso, no dudes en contactarnos. Juntos podemos asegurar el éxito de tu operación.