Confianz

Etiqueta: valoración de empresas

  • El rol estratégico de la due diligence en M&A

    El rol estratégico de la due diligence en M&A se ha transformado radicalmente en los últimos años. Ya no estamos hablando de un simple protocolo de verificación documental previo al cierre. Hoy representa la diferencia entre una adquisición exitosa y una operación que destruye valor antes de consolidarse. Los plazos de due diligence se han extendido, con el 59% de las operaciones sumando entre uno y tres meses adicionales al proceso SRS Acquiom. Esta realidad obliga a replantear cómo tu empresa aborda cada fase de evaluación.

    La pregunta no es si realizar esta evaluación, sino cómo convertirla en ventaja competitiva. Tu compañía necesita entender que el rol estratégico de la due diligence en M&A va más allá de identificar pasivos. Se trata de detectar oportunidades ocultas, validar proyecciones y construir una hoja de ruta realista para la integración post-cierre. Sin este enfoque, cada operación se convierte en una apuesta a ciegas donde los costes se multiplican y las sinergias esperadas nunca se materializan.

    El rol estratégico de la due diligence redefinido para 2025

    El rol estratégico de la due diligence en M&A ha evolucionado para incorporar áreas que hace cinco años apenas se consideraban. El 45% de los participantes en estudios recientes identifican la revisión tecnológica como el aspecto más costoso y arduo SRS Acquiom. Esto incluye análisis de ciberseguridad, privacidad de datos, infraestructura cloud y sistemas de IA. El 97% de las organizaciones esperan que la ciberseguridad reciba el mayor escrutinio en due diligence durante los próximos 24 meses KPMG.

    Esta ampliación del alcance responde a riesgos reales. Una empresa objetivo con vulnerabilidades en ciberseguridad puede convertirse en puerta de entrada para ataques que comprometan toda la organización adquirente. Los datos sensibles mal gestionados, los algoritmos de IA entrenados con información problemática o los sistemas obsoletos representan pasivos que no aparecen en el balance pero que pueden costar millones.

    Además, la due diligence ahora incorpora evaluación ESG profunda. No como ejercicio de imagen corporativa, sino porque factores medioambientales, sociales y de gobernanza impactan directamente en valoración y acceso a financiación. Las empresas con prácticas sostenibles robustas obtienen mejores condiciones de crédito y atraen inversores institucionales que exigen estándares específicos.

    Errores que comprometen el rol estratégico de la due diligence en M&A

    Incluso reconociendo el rol estratégico de la due diligence en M&A, muchas operaciones fracasan por errores evitables. El 40% de los bancos de inversión boutique identifican la información incompleta sobre la empresa objetivo como uno de los mayores obstáculos SRS Acquiom. Este problema no surge por mala fe del vendedor, sino por falta de preparación y sistemas de información deficientes.

    Otro error recurrente es limitar el análisis a aspectos financieros y legales tradicionales. Esta visión estrecha ignora contingencias operativas, tecnológicas y culturales que determinan el éxito real de la integración. Por ejemplo, descubrir incompatibilidad de sistemas ERP tres meses después del cierre puede duplicar los costes de integración proyectados.

    También es común subestimar el tiempo necesario. Los proveedores de datarooms reportan volúmenes récord de documentos divulgados, y los procesos de due diligence son notablemente más largos Herbert Smith Freehills. Presionar para cerrar rápido sin completar la evaluación genera contingencias que emergen cuando ya es tarde para renegociar términos o estructura de la operación.

    Finalmente, muchas empresas detectan riesgos pero no los traducen en acciones concretas. Un informe que simplemente lista problemas sin proponer soluciones prácticas, ajustes de precio o garantías específicas no aporta valor estratégico. El rol estratégico de la due diligence en M&A exige vincular cada hallazgo con mecanismos de protección o planes de remediación.

    Cómo Confianz convierte la due diligence en herramienta de valor

    En Confianz abordamos el rol estratégico de la due diligence en M&A desde una perspectiva integral. Desplegamos equipos multidisciplinares que cubren fiscal, laboral, concursal, tecnológico y ESG desde el primer día. Esta aproximación evita que aspectos críticos queden fuera del análisis por falta de especialización.

    Trabajamos activamente con tu equipo directivo para que los hallazgos se traduzcan en acciones específicas. No entregamos simplemente un informe de 200 páginas. Priorizamos riesgos según impacto real en tu negocio, proponemos cláusulas de protección, ajustes de precio y planes de integración que minimizan sorpresas post-cierre. El 90% de las empresas que asesoramos cumplieron plazos y presupuesto en sus operaciones de M&A.

    Si tu empresa enfrenta una operación de M&A próxima, solicita un diagnóstico confidencial con Confianz. Analizaremos tu situación específica, identificaremos áreas de riesgo y diseñaremos un plan de due diligence adaptado a tus objetivos. Un error en esta fase puede costar millones. La mejor decisión comienza con una conversación.

  • Cómo se valora una empresa

    ¿Cuánto vale realmente una empresa? Es la pregunta que se hacen todos los empresarios en algún momento. Especialmente cuando las valoraciones que reciben varían de forma sorprendente. Y no es casualidad, ya que detrás de cada cifra hay supuestos, metodologías y perspectivas diferentes.

    La valoración de empresas no es solo para cuando alguien quiere vender. También la necesitas cuando entra un socio, buscas financiación, repartes participaciones entre los hijos, o defines incentivos para tu equipo directivo. Lo que está en juegoes entender de verdad cuánto vale tu negocio, por qué lo vale… y qué podrías hacer para que valga más.

    El precio no es el valor y confundirlos sale caro

    Esta confusión se ve constantemente. Y es peligrosa.

    Valor y precio son cosas distintas. El valor es una estimación razonada del negocio basada en datos, proyecciones y análisis. El precio… bueno, eso es lo que alguien está dispuesto a pagar y lo que acepta el vendedor. Puede estar muy por encima o muy por debajo del valor, dependiendo de urgencias, expectativas, sinergias o simplemente de cuánto le guste el negocio al comprador.

    Un caso ilustrativo: una empresa de logística tenía un valor estimado de 8 millones, pero se vendió por 12. ¿Por qué? Porque el comprador necesitaba específicamente esa ubicación geográfica y esos contratos. Las sinergias justificaron la diferencia.

    Por eso, antes de hablar de precio, hay que saber a qué valor se está jugando. 

    Los métodos 

    Descuento de Flujos de Caja (DCF)

    Es el preferido cuando hay cierta estabilidad y puedes proyectar el futuro con algo de confianza. Básicamente proyectas cuánto efectivo va a generar tu negocio en los próximos años y lo traes al presente usando una tasa de descuento (el famoso WACC, que no es más que el coste de tu capital).

    ¿La ventaja? Refleja el potencial real del negocio. ¿El problema? Que depende de muchas suposiciones. Si hay errores en las proyecciones de crecimiento o en la tasa de descuento, todo el castillo de naipes se cae.

    Un ejemplo: una startup tecnológica proyectaba crecer un 40% anual durante cinco años. Sonaba genial hasta que se analizó de dónde iba a salir ese crecimiento. Al final, las proyecciones más realistas estaban en torno al 15% anual. La diferencia en valoración fue brutal.

    Múltiplos comparables

    Aquí lo que haces es mirar cómo se han valorado empresas parecidas a la tuya, usando ratios como EV/EBITDA, PER, o múltiplos sobre ventas. Es útil para tener una referencia rápida y explicar por qué tu empresa no puede valer 50 veces sus ventas cuando las del sector cotizan a 2x.

    Pero siempre hay comparables realmente adecuados. Se han visto valoraciones desastrosas por copiar múltiplos de empresas que solo se parecían en el nombre del sector, pero tenían modelos de negocio completamente diferentes.

    Valoración por activos

    Esta es la más directa: sumas activos, restas pasivos, y ya tienes tu valor. Funciona bien para empresas con mucho patrimonio tangible o que están en proceso de liquidación.

    El problema es que se queda corta cuando la empresa genera valor principalmente por intangibles, tecnología, marca o capacidad de escalar. Una consultoría puede tener activos por 50.000 euros pero valer 2 millones por su cartera de clientes y conocimiento.

    Y si nada de esto encaja 

    La realidad es que muchas veces hay que combinar métodos. Para startups hay modelos específicos, para empresas en sectores muy particulares también. Pero lo importante no es dominar todas las fórmulas del mundo. Es saber cuándo usar cada una y, sobre todo, cómo explicar los resultados sin perderse en tecnicismos que nadie entiende.

    Lo que hace que una valoración sea realmente útil

    Existen informes de valoración de 80 páginas llenos de gráficos preciosos que no sirven para nada. Y otros de 15 páginas que ayudan a cerrar operaciones millonarias. La diferencia no está en la cantidad de análisis, sino en si la valoración sirve para tomar decisiones.

    Primero, se necesita una narrativa financiera que tenga sentido. Se trata de explicar con claridad qué hace que el negocio funcione: cómo entra el dinero, cuánto se queda realmente en caja, y si es repetible todo el proceso.

    Un cliente contaba hace poco que su empresa «vendía tecnología». Cuando se profundizó, resultó que su negocio real era la implementación y el mantenimiento posterior. La tecnología era casi un commodity. Entender esto cambió completamente el enfoque de la valoración.

    Segundo, la escalabilidad tiene que ser realista. ¿Puede crecer la empresa? ¿Cuánto y a qué coste? ¿Hay margen para subir precios sin perder clientes? ¿Se pueden abrir nuevos canales de venta?

    Aquí es donde entra el trabajo fino. Explicar qué palancas tiene realmente el negocio para multiplicar valor sin multiplicar problemas proporcionalmente. Porque crecer por crecer no sirve si cada euro adicional de ingresos cuesta 1,20 euros conseguirlo.

    El infomemo tiene que ser honesto. No es un catálogo de virtudes de la empresa sino un mapa del negocio que debe dejar claro qué se hace bien, qué riesgos existen, dónde están las dependencias críticas (ese cliente que representa el 40% de los ingresos, o el directivo sin el cual nada funciona), y cómo todo eso afecta al valor.

    Y algo importante: hay que pensar como inversor. ¿Cómo va a ver la empresa quien ponga el dinero? ¿Qué puede hacer con ella que no se está haciendo ahora? Esta perspectiva es clave para construir valor, no solo para calcularlo.

    Al final, se trata de claridad

    Hacer una valoración de empresas no es aplicar fórmulas de forma mecánica. Es construir una visión clara, realista y útil de lo que vale el negocio hoy… y de lo que puede llegar a valer en las manos adecuadas.

    ¿Hay un proceso de venta, búsqueda de inversión, o reestructuración en marcha? ¿Se necesita saber qué vale realmente el negocio, no en teoría sino en el mundo real? Hablemos.

     

  • Guía completa para el proceso de venta de una empresa paso a paso

    Decidir vender una empresa conlleva una serie de pasos complejos y decisiones estratégicas. En Confianz aportamos un enfoque meticuloso y bien planificado para garantizar una transacción exitosa y maximizar el valor obtenido. Hemos creado una guía detallada de cada fase del proceso de venta de una empresa, proporcionando una visión clara y práctica para los empresarios que buscan iniciar en este camino.

     

    1. Reflexiona sobre tus motivaciones y objetivos

    Antes de iniciar el proceso de venta, debemos comprobar las razones detrás de esta decisión. ¿Buscas retirarte, diversificar inversiones, enfrentar desafíos financieros o simplemente crear nuevas oportunidades? Clarificar tus motivaciones te permitirá establecer objetivos claros y realistas, facilitando la toma de decisiones durante todo el proceso.

     

    2. Evalúa y mejora la estructura de tu empresa

    Una empresa bien organizada y profesionalizada es más atractiva para los compradores potenciales. Es fundamental revisar y, si es necesario, mejorar aspectos como:

    • Contabilidad y finanzas: Asegúrate de que los estados financieros estén actualizados, auditados y reflejen con precisión la salud económica de la empresa.​ 
    • Aspectos legales: Verifica que todos los contratos, licencias y permisos estén en orden y sean transferibles.​ 
    • Operaciones internas: Optimiza procesos y documenta procedimientos para demostrar eficiencia operativa.​ 

    Esta preparación no solo facilita el proceso de venta, sino que también puede incrementar el valor percibido de la empresa.​

     

    3. Realiza una valoración objetiva de la empresa

    Determinar el valor real de tu empresa y establecer un precio de venta adecuado. Considera contratar a expertos en valoración empresarial que utilicen métodos reconocidos, como el análisis de flujos de caja descontados o comparables de mercado. Una valoración precisa proporciona una base sólida para las negociaciones y ayuda a justificar el precio ante los compradores potenciales.​

     

    4. Prepara una presentación atractiva para compradores

    Desarrolla un dossier informativo que destaque los aspectos más atractivos de tu empresa:

    • Resumen ejecutivo: Descripción general de la empresa, su historia y visión.​ 
    • Datos financieros clave: Ingresos, beneficios, márgenes y proyecciones futuras.​ 
    • Ventajas competitivas: Factores que diferencian a tu empresa en el mercado.​ 
    • Oportunidades de crecimiento: Áreas potenciales para expansión o mejora. 

    Esta presentación debe ser clara, concisa y enfocada en resaltar el valor y el potencial de la empresa.​

     

    5. Identifica y califica a compradores potenciales

    Buscar y seleccionar al comprador adecuado es un paso crítico e imprescindible. Considera aspectos como la capacidad financiera, la experiencia en el sector y la alineación estratégica. Utilizar intermediarios especializados o asesores de fusiones y adquisiciones como Confianz puede facilitar este proceso, asegurando que se llegue a una audiencia adecuada y que las negociaciones se manejen de manera profesional.​

     

    6. Firma de acuerdos de confidencialidad (NDA)

    Antes de compartir información sensible, es necesario proteger la confidencialidad de la empresa. Solicita a los compradores interesados que firmen un Acuerdo de Confidencialidad (NDA) para garantizar que la información compartida no se utilice de manera inapropiada o se divulgue a terceros.​

     

    7. Negociación y carta de intenciones (LOI)

    Una vez identificado un comprador serio, se procede a la negociación de términos clave de la transacción. Esto culmina en la firma de una Carta de Intenciones (LOI), que establece los términos preliminares acordados, como el precio de compra, estructura de pago y condiciones específicas. Aunque no siempre es vinculante, la LOI sirve como base para la elaboración del contrato definitivo.​

     

    8. Due Diligence

    El proceso de due diligence permite al comprador examinar en profundidad todos los aspectos de la empresa: financieros, legales, operativos y comerciales. Es fundamental estar preparado para este escrutinio, ya que cualquier discrepancia o problema identificado puede afectar las negociaciones o el precio de venta. Una due diligence bien gestionada facilita una transición más fluida y genera confianza en el comprador.

     

     

    9. Elaboración y firma del contrato de compraventa

    Basándose en los términos acordados y en los resultados de la due diligence, se redacta el contrato definitivo de compraventa. Este documento detallará todas las condiciones de la transacción, incluyendo garantías, indemnizaciones y cualquier cláusula específica acordada. Es recomendable contar con asesoría legal especializada para asegurar que el contrato proteja tus intereses y cumpla con todas las normativas aplicables.​

     

    10. Cierre de la transacción y transición

    Una vez firmado el contrato, se procede al cierre formal de la venta, que incluye la transferencia de fondos y la cesión de activos y responsabilidades. Es importante planificar una transición ordenada, ofreciendo soporte al nuevo propietario durante un período acordado para garantizar la continuidad del negocio y mantener relaciones positivas con empleados, clientes y proveedores.​


    Vender una empresa es un proceso multifacético que requiere planificación, preparación y ejecución cuidadosa. Cada paso es crucial para asegurar una transacción exitosa y obtener el máximo valor. Contar con el apoyo de profesionales experimentados como los de Confianz, puede marcar la diferencia en este viaje, proporcionando la experiencia y el conocimiento necesarios para navegar por las complejidades de la venta de una empresa. Si estás considerando vender tu empresa y buscas un asesoramiento experto económico, fiscal y legal,  que te acompañe en cada etapa, no dudes en contactar con nosotros.​